martes, 12 de enero de 2021

Capitolio de EEUU

 

Turba violenta incitada por Trump lleva a cabo un golpe de Estado fallido en el Congreso de EE. UU.

TITULAR07 ENE. 2021
Image Credit: Stephanie Keith / Reuters

En Estados Unidos, una muchedumbre violenta incitada por el presidente Donald Trump irrumpió el miércoles en el Congreso atacando a la policía, saqueando oficinas y provocando que los legisladores tuvieran que refugiarse en medio de disparos de armas de fuego y gases lacrimógenos. La violencia sin precedentes interrumpió una sesión conjunta del Congreso convocada para certificar los votos del Colegio Electoral que le dieron la victoria a Joe Biden y Kamala Harris. Esto se produjo después de que el presidente Trump —respaldado por su abogado, Rudy Giuliani— convocara a miles de partidarios frente a la Casa Blanca, instándolos a marchar hacia el Congreso para provocar la revocación de los resultados de las elecciones.

Rudy Giuliani: “¡Hagamos un juicio por combate!”

Presidente Donald Trump: “Porque nunca recuperaremos nuestro país con debilidad. Tenemos que mostrar firmeza y ser fuertes”.

Después del discurso, Trump se retiró a la Casa Blanca y los manifestantes marcharon hacia el Congreso, donde empujaron a la policía y lograron ingresar en el edificio. El Servicio Secreto trasladó rápidamente al vicepresidente Mike Pence a un lugar seguro, mientras los legisladores, aterrorizados, huían de los hemiciclos de la Cámara de Representantes y el Senado. Una docena de legisladores quedaron atrapados en la galería sobre la Cámara de Representantes mientras la turba intentaba abrirse paso entre las barricadas. Algunos de los legisladores se pusieron máscaras antigás de emergencia cuando el gas lacrimógeno impregnó el aire del recinto; otros usaron muebles como barricadas improvisadas para defenderse antes de que la policía del Congreso finalmente los pudiera evacuar. Los insurrectos volcaron escritorios, arrancaron pinturas de las paredes, se tomaron fotos en las tarimas de la Cámara y el Senado y saquearon la oficina de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.

Cuatro personas murieron en el tumulto, incluida Ashli Babbitt, una veterana de la Fuerza Aérea y seguidora del movimiento QAnon, un grupo racista pro-Trump que promueve teorías conspirativas. Babbitt murió dentro del Congreso tras recibir un disparo de la policía. El jefe de policía de Washington informó que otras tres personas murieron en “emergencias médicas separadas”, pero no proporcionó detalles.

Un escuadrón antiexplosivos encontró bombas caseras fuera de las sedes del Comité Nacional Republicano y el Comité Nacional Demócrata, y la policía confiscó un rifle y cócteles Molotov de una camioneta estacionada cerca del Congreso. Los insurrectos eran en su gran mayoría blancos y hombres. Algunos portaban banderas confederadas y mostraban símbolos neonazis y de supremacía blanca.

Más de una hora después del intento de golpe de Estado, el presidente Trump emitió una breve declaración en video en la que pedía a sus seguidores que retornaran a sus hogares y en la que terminaba diciendo: “los amo”, “son muy especiales”.

Los Angéles

Una turba violenta de simpatizantes de Trump ataca a una mujer negra en la ciudad de Los Ángeles


 Al mismo tiempo que los insurrectos irrumpían el miércoles en el Congreso de Estados Unidos, cientos de fervientes partidarios de Trump se reunían en manifestaciones locales en todo el país. En la ciudad de Los Ángeles, la policía está investigando luego de que circularan imágenes que muestran el momento en el que una turba de simpatizantes de Trump ataca a una mujer negra cerca de la alcaldía de la ciudad. La joven, Berlinda Nibo, estaba retornando a su casa cuando se encontró con una manifestación y comenzó a filmarla con su teléfono. Docenas de personas la rodearon de inmediato, preguntándole por quién había votado en las elecciones y exigiéndole que se quitara la mascarilla. Luego, el grupo de defensores de la supremacía blanca la atacaron con brutalidad; la empujaron, le quitaron las extensiones de cabello y le rociaron con gas pimienta en los ojos. El hombre con barba que en la filmación aparece abrazándola por detrás fue uno de los varios testigos que intervinieron para ayudar a Nibo a escapar de la turba descontrolada.

Fuente: Democracy Now

SEGÚN EL TIMES: ¿Qué sucedió en Estados Unidos?

 

NYTimes.com/es

8 de enero de 2021

Es el primer viernes de 2021, un año que de pronto parece solo una secuela recargada de 2020. Aquí tienes algunas de nuestras mejores lecturas en español.



Las vimos todos, las imágenes de desorden y caos en el Congreso estadounidense: vidrios rotos, gases lacrimógenos, multitudes desatadas con indumentaria de camuflaje, saqueo. En todo el mundo hay episodios de tumulto legislativo y violencia. Esta vez se sentía distinto. ¿Lo era?

La escena de “una turba desbandada en la ciudadela de la democracia”, como la describió Peter Baker en esta estupenda crónica, era, más bien, una terrorífica postal del derrumbe del excepcionalismo estadounidense: “esto no es Estados Unidos”, dijo una congresista en la capital. ¿Qué estaba pasando?

Minutos antes de que irrumpieran en el Capitolio, el presidente Trump había arengado a la turba. Horas después, cuando les pidió que se marcharan, también les dijo a los extremistas que los amaba. Ayer se supo que ha coqueteado con la idea de otorgarse a sí mismo un indulto presidencial.

Durante años, observa Ezra Klein, los republicanos dijeron que a Trump había que tomarlo en serio, pero no al pie de la letra. Esta semana fue más que obvio que sus partidarios sí interpretan sus palabras de manera literal.

La madrugada del jueves, cuando los legisladores, ojerosos y enmascarados, al fin ratificaron la victoria de Joe Biden como presidente, el capellán del Congreso dijo en una plegaria: “Estas tragedias nos han recordado que las palabras importan y que el poder de la vida y la muerte reside en la lengua”.

¿Qué vocabulario usamos para describir y entender lo que pasó? ¿Golpe, insurrección, ataque? Encontrar las palabras adecuadas no es solo un ejercicio de reflexión e introspección. También puede ser la diferencia entre un acto revelador y uno de rebelión.
— Elda Cantú

No fue un golpe, pero tampoco ha terminado

Partidarios de Trump en el mitin del presidente el miércolesPete Marovich para The New York Times

Un golpe de Estado es un evento discreto, violento, que empieza y termina en poco tiempo. Pero, como discutieron los expertos con Amanda Taub en The Interpreter, hay otras formas de dañar la democracia más persistentes y silenciosas:

“Ha surgido un patrón claro en el que los líderes llegan al poder a través de elecciones pero luego socavan las normas, desmantelan las instituciones y cambian las leyes para retirar las restricciones a su poder. Al final, sus países son, excepto en nombre, dictaduras”.